Para los grises



¿Cuántas de esas nubes grises hay?. Están en todos lados. Son los mediocres, los imbéciles, los necios, los groseros, los carentes de imaginación.
Parecen no dirigirse a ningún lado, son tarareos de una canción repetida y fastidiada. Son profundamente grises. Y lo son con presura.
Se estrellan atolondradamente y sin atrasos contra lo que no eligen. Burlándose de los débiles, juzgando a los fuertes y pavoneándose de no ser excesivos.

“Ni muy muy, ni tan tan ¿Viste?”

Son nubarrones que, lejos de estar cargados de una tempestuosa y frenética tormenta, apenas se insinúan con algunas tibias gotas de desasosiego. Atiborrados exclusivamente de sentido común. Son la media, el promedio, aborrecen la excepción.

¿Yo?. Prefiero ser un sufrido, un genio, un artista, un drogadicto, un tocado, un inadaptado, un Nobel, un sibarita o un marginal, un agradecido de la vida o un suicida.
Cualquier cosa. Blanco, negro, multicolor. Pero me rehúso a ser un gris.

3 comentarios:

El tano dijo...

Si.
Si.
Si.
Exactamente.
Si.
Si.
Eso.
Así es.
Si.
Si.
Justamente.
Aham.
Afirmativo.
Si.
Si.
Posta que si.
Si.
Si.

María Daniela Yaccar dijo...

Creo que esa mujer que se dignó a tildarme de tarada al fin y al cabo hizo algo bueno: inspiró esta reflexión... =)

María Daniela Yaccar dijo...

Ah, por cierto: la robé (pero respeté propiedad intelectual). Deketé!